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martes, 26 de abril de 2011

Un erizo azul

Hoy os voy a explicar por qué me metí en este mundillo de los videojuegos. No sé si lo he contado alguna vez a alguien o no, pero fue de una forma muy curiosa.

Resulta que cierto día apareció por mi casa una especie de "consola" de videojuegos (supongo que me la comprarían mis padres, pero no lo recuerdo). No sé muy bien como definirla y ni siquiera recuerdo su nombre, sólo que la caja que la contenía era de color azul. Lo curioso de este aparato es que tenía los mandos de control (porque sí, tenía 2 mandos) integrados en la consola y los tenías que extraer para poder jugar.  Buscando por Internet he descubierto que podía ser la Magnavox Odyssey 4000.
Tenía juegos bastante simples, como Soccer, Tennis, Hockey,... así hasta un total de 8 juegos incluidos en la consola, ya que no admitía cartuchos ni tarjetas.
No era una época de grandes gráficos (la pelota era un cuadrado blanco), pero era muy divertido, sobre todo jugando a dobles.

Esta consola permaneció en el recuerdo hasta que llegó el boom de las consolas a España, empezando por la Master System de SEGA y la NES de Nintendo, pero eso ya os lo contaré otro día...

El caso es que un día, apareció en el mercado la GameBoy de Nintendo y aparentemente era un bombazo: podías jugar al Tetris en cualquier parte. Esto, en aquel momento, supuso toda una revolución. Esta consola fue la que hizo que me acercara más en profundidad al mundo de los videojuegos.

Sin embargo, cuando ya estaba decidido a hacer mi encargo a Papá Noel, descubrí la MegaDrive de SEGA: gráficos de infarto, 64 colores a la vez en pantalla, chip de sonido YAMAHA,... ¡¡era la primera consola de 16 bits!! Y encima venía de regalo un juegazo que había en los salones de la época: "Altered Beast". ¡¡Podía tener mi propio salón recreativo en casa sin echar monedas de 25 pesetas!! Fue amor a primera vista...

La cuestión llegó cuando mis padres nos la regalaron (a mi hermano también, aunque el friki siempre fui yo). Creían que sólo con un juego nos íbamos a aburrir: "Hombre, ya que te la compras, cógete otro juego más". En ese momento me di cuenta, en mitad de unos grandes almacenes, que no tenía ni idea de videojuegos ni qué juego comprar. Menos mal que por una vez me aconsejó bien la vendedora: "Llévate éste, que se vende mucho". Lo cogí y contesté: "¿Un erizo azul? ¿Seguro que me va a gustar?" Pero como no tenía ni idea, al final me lo llevé. 

Y ahí empezó todo.

1 comentario:

  1. me entran ganas de sacar la master sistem II del armario y ver si aun funciona

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