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viernes, 6 de mayo de 2011

Análisis: Quackshot (MD)

Existen gran cantidad de títulos que recuerdo con cariño de la época de la Megadrive, pero uno de los primeros que tuve fue Quackshot
Era el primer juego protagonizado íntegramente por el pato Donald y una de las primeras incursiones de SEGA en el mundo Disney (la primera de todas ellas era otra obra maestra, Castle of Illusion, protagonizada por el ratón Mickey).

Portada de la caja del juego

En Quackshot, Donald va tras la búsqueda del tesoro del rey Garuzia, cuyo mapa descubre mientras hojea unos libros antiguos del Tío Gilito. Ni corto ni perezoso, se lleva a sus tres sobrinos Juanito, Jorgito y Jaimito con él y se convierte en un Indiana Jones muy particular. "Te traeré el tesoro y estarás orgullosa de mí" le dice a Daisy, mientras sale disparado. 

En su periplo, viajará a lo largo de todo el mundo, visitando la India, Mexico, un barco pirata o la mismísima Transilvania, con tal de alcanzar su objetivo.

Pantalla del título

Aparentemente parecía el típico juego de plataformas en el que al llegar al final de cada nivel pasábamos a una pantalla nueva, pero resultó no ser así. Se basaba en un sistema aventurero, es decir, debíamos encontrar ciertos objetos para acceder a zonas nuevas (¿recodáis la definición de rol-aventura?). Tras esto, regresábamos a zonas ya visitadas con los nuevos artículos (o ítems) y podíamos seguir avanzando. 

Pero no os voy a aburrir con detalles y os pondré un ejemplo: el arma estándar de Donald son unos desatascadores de color amarillo. Por si no lo sabéis, Disney siempre ha tenido sumo cuidado de no enseñar violencia en sus juegos.


 Lanzando desatascadores amarillos

Al final de Duckburg, la primera fase, nos topamos con un muro imposible de saltar. Avanzamos hasta otra fase nueva, no os diré cuál, y obtenemos otros desatascadores de color rojo, los cuales, si son lanzados contra un muro, permanecen fijos durante unos segundos. Esta característica podrá ser aprovechada para salvar el muro de la primera fase.

Desatascadores rojos

Además, existe una barra de Temperamento (Temper), que indica lo enfadado que está Donald. Cada vez que se come una guindilla, rellena un hueco vacío y cuando llega a cinco, se cabrea de tal forma que es inmune a cualquier ataque enemigo durante un tiempo limitado. 
Pero ¡¡mucho cuidado!!, si se cae al vacío perderá una vida igualmente.

 Donald muy enfadado

GRÁFICOS: Las animaciones de Donald están muy logradas y resulta muy gracioso, especialmente cuando se enfada. Los detalles de las fases están muy cuidados, especialmente para la época en la que se concibió el juego. Quizá los fondos no sean nada del otro mundo, pero son dinámicos (se percibe el movimiento relativo de nuestro personaje) y dan más acción al juego. Además, es muy colorido, lo que le hace muy agradable a la vista. En general, todo lo concerniente a gráficos está muy bien desarrollado, por eso lo puntúo con un 90 sobre 100.

SONIDO: Es cierto que la banda sonora es una gran mezcla entre melodías Disney y una película de aventuras; sin embargo, a veces resulta algo repetitiva y pesada, en especial cuando te matan una vida y tienes que empezar desde el principio de la sección en la que te encuentras. Aun así, acompaña muy bien al desarrollo, al igual que los efectos sonoros, que cumplen perfectamente su cometido. Le doy un 88 sobre 100.

JUGABILIDAD: En sí, se deja jugar de principio a fin, el control es fácil y rápido de aprender. Como la mayoría de los juegos de Disney, la dificultad no es excesivamente elevada, pero os advierto que los primeros juegos que sacaron no eran para nada sencillos, y si no me creéis probad Fantasía, de Megadrive, ¡¡es uno de los juegos más difíciles del mundo!! 
De todos modos, seguro que muchos días os matarían todas las vidas, así que no os confiéis. Como punto algo negativo, está en perfecto inglés, aunque tampoco creo que importe mucho, dado que en aquella época todos utilizaban la lengua de Shakespeare. Se merece un 93 sobre 100.


REJUGABILIDAD: Es bastante elevada, pero dejando largos intervalos de tiempo entre partida y partida. Debo notar que es uno de los pocos juegos de Disney que tiene este privilegio, los demás suelen resultar bastante más ñoños como para rejugarlos. También hay que recordar que el componente aventurero debería restarle puntos en este aspecto: una vez que ya te lo has pasado, ya sabes dónde está cada objeto y cuál es la siguiente fase a la que tienes que ir; no obstante, si ha pasado el tiempo suficiente, se puede volver a disfrutar de él, por eso le voy a dar un 92 sobre 100.

Recapitulando todas las notas:

GRÁFICOS:.............90
SONIDO:................88
JUGABILIDAD:.........93
REJUGABILIDAD:......92
TOTAL:..........92

Puedo garantizar a todo aquél que se atreva a echarle el guante que va a pasar muchas horas divertidas con él, va a tener momentos de desesperación, de emoción y de risa y que, en definitiva, se lo va a pasar en grande. 
No ignoréis este juego por ser del pato Donald, probadlo y ya veréis como no os va a defraudar.

2 comentarios:

  1. Por si no queda claro:

    GRÁFICOS-------> Diseño gráfico del juego
    SONIDO---------> Melodías y efectos sonoros
    JUGABILIDAD----> Manejo y forma de jugar
    REJUGABILIDAD--> Jugarlo tras mucho tiempo

    Para calcular la nota final, le doy más importancia a la jugabilidad y rejugabilidad que al resto de parámetros. A fin de cuentas, esto es un blog de juegos retro.

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  2. Este nunca lo probe, me parece que me lo bajaré para el emulador de Megadrive.

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