Buscar en este blog

domingo, 8 de mayo de 2011

Un sueño frustrado

Las consolas han evolucionado hoy día hasta límites insospechados, de modo que ya no hace falta que tengamos una Wii para jugar con amigos, basta con poseer un cable mágico que nos conecte con el resto del mundo y empezar una batalla entre 16 jugadores de diferentes partes del mundo, con juegos como Call of Duty.

Pero esto ya se había intentado en otras ocasiones. Os había comentado que el primer intento real de conectar una consola a Internet fue llevado a cabo en Saturn, mediante un módem (SEGA NetLink) que se podía conectar a la consola y, si no recuerdo mal, nos permitía navegar a 28,8 kbps, o como se diría hoy día, a 28 K, es decir, muy lento.

SEGA NetLink

Posteriormente se comenzó a investigar mucho en este sentido; todo el mundo sabíamos que el futuro estaba en Internet y, por lo menos esta vez, no se equivocó nadie, sino mirad el panorama actual de videojuegos o simplemente fijaos en el éxito que ha tenido una saga mítica en PC como World of Warcraft, juego totalmente online.

Juntando todas estas premisas, en 1999 llegó la que sería en un futuro la última consola doméstica de SEGA: Dreamcast. Fue concebida para disfrutar de los juegos y ser disfrutada por los usuarios, además de ser la primera de todas en utilizar la conexión a Internet para jugar online con personas de otros países a través de su propio portal: Dreamarena.

Dreamcast

Se basaba en un formato físico de Gigadiscs (GD-ROM), que contenían hasta 1,2 GB de memoria. Además, los mandos de control se alejaban de lo visto hasta el momento en SEGA: con formas ergonómicas y dos huecos en los que se podían alojar sendas unidades de memoria (Visual Memory Unit, VMU). Las VMU poseían una pequeña pantalla que permitía interactuar fuera del juego con ciertos elementos del mismo. Por ejemplo, en Sonic Adventure podíamos encontrar una serie de huevos a lo largo de las fases. Si los cuidábamos convenientemente, nacían de ellos unos simpáticos seres: los Chao. Dichas mascotas eran guardadas en la VMU y podíamos jugar con ellas, acariciarles, darles de comer..., muy parecidos a los Tamagochi que se pusieron de moda un par de años antes. 

Visual Memory Unit (VMU)

Se notaba que esta consola sí estaba hecha a conciencia y, a diferencia de sus antecesoras, tuvo muchos más juegos de altísima calidad. Pero el destino es caprichoso y supongo que los compradores también, por eso no llegó a arrasar en ventas. 


Así como en otros casos no se apostó correctamente por el producto, creo que en este caso no sucedió de esta manera. Si bien es cierto que se le podía haber hecho mucha más publicidad a la consola, no creo que en SEGA se durmieran en los laureles, al menos esta vez. Mimaron al resto de compañías para que Dreamcast tuviera grandes juegos, pero aun así el público no acompañó y también acabó su producción.

Algunas de la maravillas que aparecieron en esta consola fueron Sonic Adventure (por fin en 3D), Metropolis Street Racer (mi juego de coches favorito hasta el momento, gracias Bizarre y hasta siempre), Jet Set Radio (originalidad en estado puro), Grandia 2 (cómo disfruté este juego...), Skies of Arcadia (largo, variado), Space Channel 5 (el juego de baile más divertido que he probado en mi vida y con un control sencillísimo), Chu Chu Rocket, Crazy Taxi y los ya míticos Shenmue y Shenmue 2, entre muchos otros.

Shenmue

Al menos tenemos en la actualidad Dreamcast Collection para PC, una selección de juegos muy variados, aunque algo descafeinada para mi gusto. Sólo espero que saquen algún volumen más para PC con juegos realmente buenos y que le hagan un homenaje como se merece.

¡¡Larga vida a Dreamcast!!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario